Coreografía de Jules Perrot y Jean Coralli, libreto de Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy con música de Adolphe Adam.

Este ballet de dos actos fue estrenado en la Ópera de París en 1841. 

La obra cuenta la historia de una campesina, tan bella como inocente, que desea bailar, ejercicio que su madre no le deja realizar por miedo a que, debido a su delicada salud y fragilidad, muera como doncella antes de contraer matrimonio. Por otro lado, el duque de Silesia corteja a Giselle haciéndose pasar por alguien que no es, mientras que Hilarion, el guardabosque, sospecha del engaño y pretende destapar la mentira. 

Esta obra desprende la perfección de los ideales románticos y la técnica teatral más fina y elegante del siglo XIX, siendo una de las piezas más puras y fundamentales de la danza clásica.